4 de agosto de 2009

Valle del Jerte

Rutaza. Dos días en bicicleta por el Valle del Jerte entre cerezos, castaños, gargantas y piscinas naturales. El tiempo acompañó y nos brindó unas excelentes nubes que bajaron considerablemente la temperatura. Incluso nos calleron algunas gotas el primer día.
1ª ETAPA: Casas del Castañar - Jerte
Las alforjas a estrenar esta vez fueron las de David, cargadas hasta las trancas para que no nos faltase de nada.
Una de las palabras más repetidas el primer día fué... batería. La cámara de fotos, el móvil de David y el GPS con una rayita de vida. Para la cámara de fotos se intentó movilizar a la gente, pero no hubo suerte. El móvil apagado. Y el GPS agonizando a última hora. Aún así, el reportaje se salvó economizando las fotos al máximo.
¿Os habeis fijado en el perfil de arriba? Si, si, esa bajada y esa pedazo de subida fué el comienzo de un gran día. Subimos hasta el cielo, el cielo del Jerte. 1001 metros de altura.

La ruta no necesita mucha descripción, las imágenes lo dicen todo:

Homenaje a los olvidados de la Guerra Civil y la dictadura (El Torno)


Este valle es nuestro


Entre verdes castaños


¿Árbol o garganta?


¿Subes o bajas?


Buenas pistas incluso a 1000 metros


Alguna cosa se veía desde el camino...

Uno de los destinos de la ruta era la Garganta de las Nogaledas. La garganta es una sucesión de cascadas que llega hasta Navaconcejo. Nosotros la pudimos disfrutar sin abandonar el camino marcado. Este fué el sitio elegido para el baño, el bocadillo y la siesta.



Para terminar el día, antes de llegar a la carretera del valle, nos esperaba un frenético descenso por el puerto de Honduras.

Y después de casi nueve horas de bicicleta en las alturas, llegamos a nuestro destino: el camping de Jerte. Después de un relajante baño y una buena parrillada de carne, estrenamos nuestra nueva tienda de campaña, la más enana de todo el camping.



2ª Etapa: Jerte - Casas del Castañar

Mucho más suave y sencilla que la del día anterior. En dos horas estabamos en Casas del Castañar. Nos recorrimos toda la carretera del valle casi en continuo descenso. La última parte del camino fué la ascensión hasta Casas del Castañar desde la carretera (algunas se esperaron abajo a que llegara el coche escoba).




En definitiva, un excelente fin de semana por el Valle del Jerte sin cortes, sin perros asesinos y sin calor. En otoño las vistas desde lo más alto tienen que ser espectaculares, será el momento propicio para recorrer la otra montaña que forma el valle y completar la ruta.

La ruta en Google Earth

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